Los habitantes de Chiloé llevan movilizados 12 días a causa de un tipo de contaminación nunca antes visto llamada marea roja. Se sospecha que tendría que ver con el vertimiento de miles de toneladas de salmones contaminados en sus costas. Las organizaciones de trabajadores del mar se ven sobrepasadas ante un desastre ecosocial, que sus habitantes llaman la muerte del mar. Ante los intentos del gobierno por invisibilizar el conflicto y eludir su responsabilidad, la comunidad se ve enfrentada a una pérdida que podría ser irreparable y el desafío de crear otra forma de relación con su territorio.